Creciendo con el basket por Carlos Frade

Siempre que me preguntan recomiendo a los chicos jóvenes, y no tan jóvenes, el irse fuera. Como filosofía de vida, salir, descubrir otras cosas, aprender de lo que es diferente, entender lo que te es ajeno y, sobre todo, adaptarse. Considero que es clave para construirse como persona.

La primera vez que salí a vivir fuera de España fue a Canadá, tuve la fortuna de poder terminar mi carrera de Empresariales allí y aproveché para empaparme del basket norteamericano. Nivel deportivo medio en cuanto a jugadores, pero un cuerpo técnico preparado y exigente. De gran fama como entrenador defensivo, Tim Darling me enseñó esa filosofía, importada por él de, lógicamente el basket NCAA. No podía yo estar más contento cuando a final de temporada me dio una copia de su “Biblia”, recopilación de ejercicios y principios, de cómo construía su entramado defensivo paso a paso. Yo sólo tenía 21 años y me sirvió para estructurar una serie de conceptos que tenía en mi cabeza y trataba de aplicar en casa, pero desordenadamente. Todo está explicado en el vídeo de los compañeros de ELITE JOVE del año 96…:

• Asfixiante presión al balón, presión de todas líneas de pase en lado fuerte, defensa del poste por delante, negar la posibilidad de inversión, traps en poste bajo y algunos bloqueos directos.
• Defensa muy enfocada en el balón, dando mucha distancia a mi hombre y siempre tratando de tener buenas posiciones defensivas

Todo era super agresivo. Me encantaba y me encanta aún.

Esa primera experiencia me abrió los ojos, como no podría ser de otra manera. Lo que más recuerdo es darme cuenta de lo pequeño que era mi universo, mi Logroño, mi La Rioja y mi España…lo insignificante y minúsculo que todo eso es.

Todo eso lo pude aplicar al año siguiente en La Rioja, en Segunda Nacional. Con una genial temporada con un grupo de chavales de mi edad…que corrían y presionaban como leones. Todavía recuerdo como Txus Vidorreta con su Askartza nos hacía sufrir con su presión en zona a toda pista.

Después, las experiencias de Hong Kong y la oportunidad de participar en los Asian Games del año 98. Increíble oportunidad de conocer el basket de allí. Pero con la misma idea. Coach Darling me llevó de ayudante allí y pude apreciar como la misma filosofía seguía dando resultados, dentro de la lógica, claro está. Mejor clasificación de la historia de HK en unos Juegos a base de intentar estructurar a unos jugadores acostumbrados a llegar, tirar, correr y sin mucho orden siquiera en esos conceptos. Tratamos de aplicar la misma idea, dando la oportunidad de jugar como a ellos les gusta más: alto ritmo y tirar a la mínima opción. La presencia en nuestro equipo de Yum Kam Wah, conocido como el mejor tirador de Asia en aquéllos años, y un equipo cuyo pívot más alto medía 2,02 hacía que fuera terreno abonado para la aplicación de esos principios.

A mi vuelta a España, tuve la fortuna de poder trabajar en el CB Olesa a las órdendes de Lluís Vergés, uno de los mejores Directores Deportivos de este país en mi opinión. Nunca ha tenido la oportunidad de trabajar en un “grande” pero ha hecho dar un salto de calidad en el basket y las instituciones de todos los clubes que han tenido la suerte de contar con él.

De ahí, otra vez fuera. Agrupo Inglaterra e Irlanda dentro del mismo saco, como Ayudante y como Primer Entrenador, pero en entornos y en sociedades similares. Sitios que te obligan a mucho. Te obligan a hacer mucho. Esas son las cosas que te hacen mejor y creo que todos deberíamos tener la suerte de poder experimentar.

En Inglaterra, Leicester Riders. Dos entrenadores Jefe durante la temporada, uno defensivo y uno ofensivo; de cada uno aprendí muchas cosas y reconozco que la filosofía ofensiva de Billy Mims, hoy entrenador en Florida Tech (NCAA DII). Pasamos en ¡una semana! de anotar 70 puntos de media a, con solo un jugador fichado en esos días, a promediar 110 puntos de media en los siguientes 4 partidos, ganando tres de ellos. La filosofía era clara, tirar lo antes posible, pero un tiro librado, no tirar cualquier mal tiro al inicio de posesión. Cierto es que no poníamos mucho énfasis en la defensa- casi reducido a la mínima expresión el trabajo defensivo en los entrenamientos- pero era necesario un cambio de chip, y él lo supo ver. La confianza, alegría y vitalidad que imprimió al equipo fueron mucho más valiosas que los buenos conceptos defensivos y el trabajo de los meses anteriores. La mentalidad es, en ocasiones mucho más importante que los conceptos, y ésta era una de esas ocasiones. Series de ataque muy cortas con sistemas de 8-10 segundos, opciones muy rápidas para fomentar el juego a muchas posesiones.

A mi vuelta a España un par de temporadas en Liga EBA en Logroño y un año con el junior de Pamesa antes de pasar al cuerpo técnico del ACB en Valencia.

Para entonces ya había madurado mucho más en mi cabeza el juego de ataque, tratando de conjugar esas ideas de juego rápido y atractivo que a todos gustan, con unos conceptos de juego propios. En mi cabeza no tenía estructurado el ataque como la defensa. Indagando, para mejorar encontré que me sentía más identificado con la filosofía del Triángulo de Phil Jackson que con ninguna otra, con diferencia. Ese trabajo de equipo, esa lectura de la defensa y libertad para los jugadores, más que los ataques totalmente estructurados, casaban mucho más con mi mentalidad. Estudié y traté de aprender a aplicarlo, pero realmente no conseguí hacerlo con eficacia más que con series limitadas del Triángulo, bastante definidas y sin dejar totalmente la libertad que debería tener. No sabía enseñarlo bien.

Eso fue cambiando poco a poco viendo a más equipos que lo jugaban y hablando con entrenadores que lo entrenaban. Dentro de mis 7 años de experiencias con equipos de la NBA en la Liga de Verano de Las Vegas, aprendí mucho de mis conversaciones con el cuerpo técnico de Minnesota Timberwolves. Especialmente cuando tuvieron a Coach Kurt Rambis con ellos. Después de los años que pasó como Ayudante de Phil Jackson en LA, trató de implementar dicho sistema y tuve la oportunidad de estar con ellos en los entrenamientos viendo como lo hacían. Una verdadera gozada como trataban los fundamentos más sencillos del juego como arrancadas, paradas, pivotes, mano a mano, etc con todo el mimo del mundo y la paciencia necesaria para que el jugador interiorizara la manera correcta de hacerlo. Especialmente agradecido a él y a sus ayudantes, Coach Jerry Sichting y JB Bickerstaff, por el tiempo y la paciencia que me dedicaron. Ejercicios y más ejercicios sencillos para aprender la técnica de TODO. Espectacular para mi.

De todas maneras, creo que en general (y obviamente no es siempre así), en EEUU ponen poca atención al trabajo de toma de decisiones aplicada a la técnica, muchas veces son demasiado mecánicos, a mi entender. Creo que el jugador mejora más, trabaja más concentrado y se lo pasa mejor, si tiene que tomar decisiones en la aplicación de la técnica individual, sea cual sea la edad.

En ese tiempo ya estaba en mi querido Granca. Ejemplo a nivel nacional de basket equilibrado. Desde la primera etapa de Pedro Martínez con Himar Ojeda de ayudante (perdona Manolo Hussein, tu etapa no me tocó vivirla, pero fue igualmente clave para el club) con su “LIBRE” tan armoniosamente ejecutado por Gonzalo, Roberto, Jim, Jason, Taph, Edu, y el resto de sus compañeros que me hizo disfrutar de un basket coral y de equipo como no había otro en la Liga. El año anterior, mi primer partido en ACB con el cuerpo técnico del Pamesa fue contra el Granca…ganamos en la prórroga en Valencia, pero que brillante era el juego del Granca. Como pasaban, invertían el balón de lado, metían dentro, ponían bloqueo directo, cortaban en puerta atrás… Dios mío, ¡esa era la idea del Triángulo!, y hecho aquí por gente de aquí…¡no puede ser! Mucho más sencillo en la ejecución y en las opciones, pero esa era la mentalidad y la forma de QUERER JUGAR A BALONCESTO.

Llegó Salva pero Himar siguió aportando al equipo partes de ese LIBRE que ayudaron a que con las nuevas ideas hiciéramos la proeza de quedar ¡quintos! en la Liga Regular de la ACB. Salva trajo unas series de sistemas, que iniciados de la misma manera tenían multitud de opciones diferentes que dificultaban el Scouting y proporcionaban ventajas a nuestros jugadores. Sin marcas visibles y con opciones similares, ¡los rivales se volvían locos! También ahí estaba la filosofía de Phil Jackson (Salva es lo más parecido a filosofía ZEN que he visto en nuestro país, dicho sea de paso).

El último año de ayudante en el Granca, la vuelta de Pedro. Para mí fue la oportunidad de retomar los principios defensivos que había trabajado desde hacía tantos años. Gran parte del trabajo de presión a todo el campo que estoy haciendo en los años posteriores en LEB ORO con el UB La Palma y en Cáceres y en EUROCUP con el Alba Fehérvar de Hungría parte de ahí.

Las ideas de Pedro de línea-balón, presión al balón, líneas de pase, etc me dieron un punto de partida para después evolucionarlo hasta poder presionar 40 minutos a toda pista en esos equipos que he mencionado. Antes de empezar en La Palma, había entrenadores que me decían que en la LEB no funcionaría, que había muchos jugadores veteranos, que sabían jugar muy bien y no se ponían nerviosos. Lo mismo me decían antes de participar en EUROCUP. Aun así decidí intentarlo, a nadie le gusta sentirse presionado, no conozco ningún jugador que prefiera ser presionado a que le den distancia. Y el resultado fue igualmente bueno, superando las expectativas que tenía a principios de temporada. Eso sí, presionar a todo el campo como norma exige mucho en cada entrenamiento. La técnica individual defensiva es clave, y muchas veces los entrenadores la olvidamos en favor de la ofensiva, pero a los jugadores hay que enseñarles a moverse correctamente en defensa igual que en ataque, porque economizarán esfuerzos y se moverán más rápido.

Eso sí, hay que empezar desde 0. Desde el 1x1, desde la posición de los pies, las manos, ejercicios a toda pista, 2x2. Ir construyendo poco a poco. Cada día. Todos los días.

En los últimos dos veranos he tenido la oportunidad de compartir desde dentro la Liga de Verano de la NBA con Atlanta Hawks, primero como invitado oyente y este último como Assistant Coach. Todo lo que está maravillando al mundo baloncestístico lleva un trabajo de laboratorio increíble. Pero es que realmente, la mentalidad del Triángulo de Phil Jackson ¡está aquí también!. El juego de Mike Budenholzer, importado de sus 17 temporadas con Popovich en San Antonio, se basa en el juego sin balón, más que en el juego con balón. Este último verano tuve la tremenda oportunidad de ser un Assistant Coach más del equipo. Varias semanas en Atlanta en la preparación del equipo y las dos de la Summer League.

Primero hay que destacar que cuando llego allí a entrenos individuales con Edy Tavares, me encuentro a Paul Millsap. Allí estaba, el primero. Era el mejor jugador del equipo el año anterior, ALL-STAR de la NBA. Pero allí estaba en los últimos días de junio trabajando más que nadie. Pero no sólo él, Jeff Teague y DeMarre Carroll allí estaban también. Y es que ese es el principal secreto del equipo. Por eso este año han pasado, y sin grandes fichajes en verano, del 8º a ser Campeones de la Conferencia Este.

Misma idea que mencioné antes. Trabajo con mimo de los detalles que hacen mejores a los jugadores. Ahí entra en escena el Assistant Coach Kenny Atkinson, principal ayudante a cargo de lo que llaman ahí “Player Development”, quién planifica los entrenos individuales, junto con el Preparador Físico Coach Watkinson y se encarga de hacer los vídeos individuales de mejora de los jugadores tras cada partido. Un placer trabajar con él cada día y ayudarles a mejorar. En mi opinión es uno de los grandes causantes de la mejora impactante que ha tenido Dennis Schroeder esta temporada. Ese trabajo sordo de cada día, en temporada y en verano, incansables.

El trabajo de la Liga de Verano es un anticipo de su equipo. Para los rookies y para los jugadores de segundo o tercer año, un recordatorio. Empiezan por lo básico, ejercicios y construcción de su juego por puestos o por grupos de trabajo. Pero la libertad que ofrece el sistema de los Hawks deja muchas opciones para que el jugador tome decisiones y se equivoque para aprender.

La facilidad de disponer de personal suficiente para ayudar con el entrenamiento es una gran ventaja. Todo enfocado a no perder el tiempo, entrenar la técnica y la toma de decisiones. Había ocasiones que para entrenar a 3 jugadores estábamos 7 entrenadores o ayudantes.

Lógicamente, al llegar allí mi labor era de apoyo total. Yo necesitaba ver cómo funcionaban y reconocer los roles de todos los entrenadores. Poco a poco fui entrando más en su dinámica y aportando más a los entrenamientos aunque creo que en mi situación lo más normal es estar dispuesto a hacer lo que sea, escuchar e intentar hacer mejorar al grupo haciéndote notar lo menos posible. Es al menos, mi opinión.

A medida que fue aumentando la confianza en ambos sentidos fui siendo más partícipe, tanto para aportar opiniones en partido como para elaborar vídeos. Un orgullo que Coach Ham me sentara a su lado en los partidos. Poder compartir con él y el resto del cuerpo técnico su filosofía, su manera de ver el basket, que tanto está dando que hablar esta temporada, fue una oportunidad increíble. Un equipo que mete a su quinteto en el “Jugador de la Semana” y que se pasa un mes entero sin perder un partido en la NBA no es un equipo cualquiera. Y es que así debería ser jugado el baloncesto en cualquier edad: sin egoísmos, con ganas de equivocarse y aprender con la ambición de que un buen equipo es capaz de derrumbar cualquier muro.

Salir fuera siempre te da un extra. Cosas que no puedes controlar y que, en la mayoría de los casos, nunca te pasarán en tu casa. Afrontar problemas, encontrar soluciones, adaptarte y sacar provecho de las situaciones. Como diría un amigo, “hacer de la necesidad, virtud”, solo se aprende cuando te encuentras con algo inesperado. Y yo he tenido la suerte de encontrarme con esas situaciones para aprender y mejorar. Si tenéis la oportunidad, ¡no lo dudéis! Hay que hacer que sucedan las cosas, en el salón de tu casa la suerte no vendrá a verte, hay que ir a buscarla fuera de la zona de confort.