JESÚS SALA: "El Ascenso significa el reconocimiento de un proyecto"

Lo dijimos hace unos meses, cuando desde la AEEB se le entrevistó con motivo de su triunfo en la Copa Adecco Plata. Lo volvemos a repetir ahora. El caso de Jesús Sala al frente del CB Clavijo, ahora denominado Knet Rioja, no por poco usual en el baloncesto de alto nivel, debe pasarse por alto.

Siete temporadas un entrenador al frente de un conjunto, de forma consecutiva, con los tiempos que corren, no es algo muy habitual. Sin embargo, desde el primer día, en el club riojano tuvieron la paciencia y la claridad de formar un proyecto con Sala, sin prisas, sin presiones. Un camino largo, de más de un lustro y que se ha traducido en el premio mayor, en el ascenso a la Adecco Oro en esta 2010/11.

“Espero que esto sirva de ejemplo a otros equipos. No somos los únicos, pues el actual Isla de Tenerife Canarias, con Alejandro Martínez, también es fruto de una apuesta larga por un mismo entrenador. Ahora bien, entiendo que esta realidad que vivo yo no se puede extrapolar a otros equipos que tienen la urgencia de éxitos, de ganar. Quizá siete campañas con un mismo preparador en clubes como el Real Madrid o el Murcia, que buscan títulos y ascensos, respectivamente, no sea posible”, afirma Sala.

Para el entrenador, el ascenso a la Oro significa la culminación de un largo recorrido y “el reconocimiento a un proyecto. El tiempo ha dado la razón a los que apostaron por mí, que no se pusieron nerviosos cuando los dos primeros años peleamos por la permanencia. Luego, a partir del tercero, ya pusimos las miras más altas. Y acabamos en 2009 disputando la Final Four de Fuenlabrada y en 2010 cayendo contra el Huesca en el quinto partido de la última eliminatoria de ascenso”.

“Se ha hecho un buen trabajo en todo este tiempo, incluyendo la apuesta por la cantera, que en una región como La Rioja, no es fácil. Finalmente hemos conseguido el ascenso pero porque no nos hemos vuelto locos ni lo vamos a hacer. Mantuvimos el bloque de la 2009/10 y sólo incorporamos tres fichajes. Para el curso que viene, la idea es la misma. Mantener una base de ocho jugadores, más o menos. Aunque habrá dificultades, porque muchos de ellos se han revalorizado y han crecido en el equipo, y puede ser complicado mantenerlos”.

Para Sala, la clave de esta temporada, de este ascenso, ha sido “las ganas por conseguirlo. Los jugadores han olvidado el miedo a perder y de ahí la tremenda racha final de 13 victorias seguidas. El Mallorca tuvo una parecida de 11, apretaba y cualquier fallo nuestro podría haber sido grave. Pero mis jugadores una gran dureza mental. La semana entre partido y partido, cuando el objetivo estaba más cerca, se hacía más larga de lo normal. Pero mis hombres fueron muy duros y lo sacaron”.

Un ascenso que no significa, ni mucho menos, que Sala se vaya de vacaciones. “Qué va. Ahora haré lo que todo entrenador quiere hacer siempre y no suele poder cuando está ocupado: ver muchos partidos, viajar a ver baloncesto”. No le falta trabajo y no baja el ritmo Jesús Sala, al que el verano le espera con otra cita de gran calado, el Europeo Sub 20 de Bilbao. Allí, será ayudante de Juan Antonio Orenga al frente del combinado español. ¿Quién dijo descanso?