Quino Salvo: “Siempre he estado dispuesto a entrenar donde sea”

Camino de cumplir las dos décadas en los banquillos, Joaquín ‘Quino’ Salvo Pastor (Vigo, 31 de marzo de 1958), ilustre ex jugador, vive desde hace un año y medio una experiencia en su Galicia natal. El Marín Peixegalego, del Grupo A-B de la Liga EBA, firmó a este voraz técnico para que se hiciese con las riendas del equipo de cara a la temporada 2009/10. Su trabajo está dando unos resultados notables y el cuadro de Pontevedra es uno de los candidatos, como la campaña pasada, a estar en la lucha final por el ascenso a la LEB Plata.

“Creo que somos el equipo de Europa que más puntos encesta por partido”. Explosión ofensiva de un Marín que, tras el largo parón navideño, vuelve a la competición en este tercer fin de semana de enero. De momento, marcha con un balance de 8-2 y una media de 92 tantos anotados por partido. Casi nada.

Lo de entrenar viene de lejos

“Cuando yo era jugador infantil, entrenaba a un equipo de mini. Desde entonces no he parado”. Inicios prematuros de un Quino Salvo que en esos comienzos se topó con gente ya conocida como José Luis Abós. “Él es un gran amigo mío, además de un excelente entrenador. Entrenábamos juntos a un grupo donde muchos jugaron a gran nivel”. Quino se refiere a su época con el cadete del Helios Skol Zaragoza, cuando todavía no había colgado las botas y donde el propio Abós empezó a dar sus primeros pasos como técnico.

“Después de eso y tras una serie de Campeonatos de España, me llegó la oportunidad de entrenar al Huelva en lo que hoy es la LEB Oro”. Era 1993. Después, ascensos, Copas del Príncipe…La carrera de Quino Salvo se fue asentando en el baloncesto nacional y fue capaz de superar las trabas que el camino le puso.

“En la 2008/09 ascendí con el Lobos Cantabria de la LEB Bronce a la Plata, pero el equipo no salió y tuve la gran suerte de ser contratado por el Marín Peixegalego”. Una realidad que le hace sentirse feliz y orgulloso de su trabajo. “Siempre he estado dispuesto a entrenar donde sea, porque me sigue gustando el baloncesto”.

Para Quino, la EBA presenta algunos grupos con “más nivel que otros, aunque bien es cierto que la competición ha mejorado porque muchos jugadores han bajado de categoría y con ello han subido el propio nivel de la Liga”. Y no se pone límites ni niega la posibilidad de un ascenso. “Creo que económicamente, las cosas no serían tan diferentes. Quizá se complicaría un poco más por el tema de los desplazamientos más largos. Pero si se tiene gente comprometida y algún jugador nuevo, el proyecto en Plata podría salir”.

Salvo no ve excesivos problemas al hecho de que, desde hace dos cursos, se vuelvan a permitir los extranjeros en la EBA “A los que vienen de fuera les puede costar algo más, pero creo que no hay problema. He llegado a tener 8 extranjeros en un equipo”.

“Ahora que tengo más tiempo que cuando entrenaba más arriba, me dedico a ver más partidos”.

La EBA, esa competición peculiar, entrañable, mezcla de aquellos que van de vuelta o que se asentaron esta categoría con los que aspiran a más. Con muchos jugadores interesantes, históricos en muchos casos, y entrenadores del nivel de Quino Salvo.