EDITORIAL. “Cuidando no solo el desarrollo del talento” POR JUAN MARÍA GAVALDÁ
Recientemente en El Confidencial, Enrique Andrés Pretel publicaba un artículo en referencia a como se podía mejorar la práctica deportiva en los jóvenes, ofreciendo una visión como ejemplo: Noruega, el país con apenas 5,3 millones de habitantes, es el segundo país con más medallas olímpicas “per capita” y el décimo en medallas totales. Se apoya el artículo con una serie de afirmaciones de Tom Farrey, periodista y director ejecutivo del Programa Deporte y Sociedad del Instituto Aspen y estudioso del “ejemplo noruego”.
Arranquemos desde un dato que viene aumentado año tras año: “En España, la práctica deportiva cae en picado desde la adolescencia, dando como resultado una población más inactiva y con crecientes problemas de salud asociados al sedentarismo, desde la obesidad a enfermedades cardiovasculares” y todo esto debe ser controlado con medidas efectivas y solidarias.
“Lo que ha hecho Noruega más que ningún otro país es poner a los niños en el centro del sistema. Hace unos 30 años aprobaron un documento llamado “Los Derechos de la Infancia en el Deporte” (aprobada en 1987, actualizada en 2007 y refrendada por las 52 federaciones deportivas del país), que es una declaración de principios sobre las experiencias que cualquier niño en el país, independientemente de su habilidad, familia o recursos, merece tener. Luego han construido un entorno alineado con su filosofía deportiva de 'Joy of Sport for All' (la alegría del deporte para todos). En Noruega, más de un 90% de los niños y niñas crecen practicando algún deporte.”
El punto de referencia más importante es la práctica del deporte como tal. “Pero la prioridad para los menores de 13 años es enamorarse del deporte -no de un juego en particular-, tener una experiencia social que será beneficiosa para ellos, para sus amistades y para las comunidades en las que viven.”
Desde la educación y la convivencia deportiva, para el desarrollo personal, con los entrenadores formadores apoyando cada uno de los pasos que se deben dar. “Mantienen todas las ligas a nivel local y comunitario hasta la adolescencia. Así, los niños juegan con compañeros de clase y vecinos bajo la supervisión de entrenadores voluntarios que entienden qué es lo mejor para que los chavales se desarrollen como deportistas. No se ve ansiedad en los chavales. Esto no es física cuántica, se trata solo de ayudar al niño a disfrutar el deporte y enseñarle algunas habilidades básicas para que las interiorice. Que tome control de la experiencia, desarrollándose a su propio potencial.”
Con una implicación activa y coherente de todos aquellos actores intervinientes. “También se pide a las organizaciones y clubs -es decir, a los adultos- que no difundan resultados ni marcadores, porque eso hace que los propios adultos se enfoquen demasiado en las cosas equivocadas, como quién ganó y por cuánto. Los niños son competitivos por naturaleza, tienen los resultados en sus cabezas y no necesitan presión extra.”
Todo ello desde la paciencia y confianza en el sistema que se está desarrollando. “La pubertad no se alcanza hasta los 13 y los chicos y chicas no desarrollan su cuerpo ni sus preferencias realmente hasta la adolescencia temprana. Si te enfocas en otra cosa que no sea desarrollo base antes de esa edad -en otras palabras, si tratas de identificar muy temprano a la próxima generación de súper atletas colocándolos en equipos de élite y desechas al resto- estás tomando una mala decisión. Es contraproducente apostar por alguien como atleta hasta que no se ha desarrollado físicamente. Y los noruegos son muy pacientes y permiten que eso pase. Entienden que los resultados cuando tienes ocho años no importan tanto. Lo que importa es el desarrollo físico, psicológico y emocional.”
Por supuesto hay que tener presente que no todos llegan a ser estrellas profesionales, siendo la mayoría aquellos que practicarán deporte por haber enfocado bien los objetivos generales y por tanto se les debe cuidar y animar. “Hay que recordar los peligros de identificar atletas muy jóvenes: un montón de presión jugando todo el año a un solo deporte. Unos pocos lo logran, pero la mayoría no. Casi nunca acabamos leyendo las historias de los que dejaron el deporte por una presión excesiva.”
Proteger a los iniciales deportistas de las maldades del marcador, dando visiones claras y coherentes de lo que es realmente importante del deporte. “Cuando enfatizamos resultados podemos acabar inhibiendo el amor por el juego de un niño y empeorar su rendimiento. La gente juega más creativamente cuando se sienten protegidos y se sienten dueños del juego. Saben que tienen margen para probar cosas nuevas y no ser castigados por ello. Hay que evitar imponer ideas adultas sobre la competitividad al deporte juvenil. Los niños quieren competir, les gusta ponerse a prueba y les gusta ganar. Pero cinco minutos después del juego, lo dejan ir. Muchos padres y entrenadores, no.”
Deporte, técnica, habilidades, educación, valores, formación personal, salud, convivencia,... Sabemos lo que se debe hacer y por tanto, en un país como España, el nuestro, con tan buenos entrenadores, podemos hacerlo. “Es tan solo cuestión de bajar la intensidad antes de los 13 años, buenos entrenadores, deportes múltiples y espacios públicos. Tan solo hace falta liderazgo. El deporte juvenil es muy diferente según países y regiones, pero en lo que nos parecemos todos es en que queremos a nuestros hijos y queremos lo mejor para ellos. Pero no todos tienen la mejor información sobre cómo se forma un deportista profesional y eso hace que se tomen decisiones equivocadas.” Evitémoslas.
ZONA DE ACCESO
Social Media
🔥5X3+2 Rotación Defensiva🔥
— AEEB (@AEEBTWEETS) 27 de marzo de 2024
📺https://t.co/0ylnNHBsmZ
Justo Martín 🔝, seleccionador Mini Masculina de la Federación Canaria de Baloncesto
Ayudas y rotaciones rápidas
NO permitimos tiro liberado
NO penetraciones por centro zona
Bloqueamos el rebote
🔗https://t.co/rI0DDG9WPu pic.twitter.com/sg64pyUpAp