Jota Cuspinera: “El juego del Real Madrid recuerda a la Selección”

Miguel Panadés/FEB

Cuando esa entrenadora de balonmano le comunicó que ese año no habría equipo en el colegio, ni ella ni el propio Jota Cuspinera podían imaginar que esa circunstancia marcaría el destino de su vida. Con quince años se apuntó en el equipo de baloncesto de CEU de Montepríncipe y desde ahí inició una corta etapa de jugador y otra mucho más dilatada como entrenador. Cuando se inscribió, de manera un poco forzada por José Luis González Molina, en el primer Curso de Iniciación - “Algún día me lo agradecerás”, le dijo el que era entonces su entrenador – emprendió de manera un tanto inconsciente un denso y apasionante viaje por el baloncesto. Ya en cantera de Estudiantes, donde permaneció más de dieciséis temporadas, coincidió con parte de esa fundamental legión de entrenadores menos conocidos para el gran público como Ángel Goñi, Michel González, Manu Serrano o el Preparador Físico José Canales, determinantes en la formación no sólo de jugadores sino de jóvenes entrenadores. Con ellos Jota conoció ese mundo de tertulias de madrugada en los que “a partir del segundo pacharán” se enfrascaban en interminables discusiones sobre baloncesto en el Don Boy… “No sé si las redes sociales hacen esa función o no entre las nuevas generaciones de entrenadores pero yo recomiendo no dejar de reunirse para hablar de baloncesto porque en esas tertulias se invita a pensar, a expresar y reflexionar sobre las ideas propias y de los otros. De hecho en el Curso Superior los profesores no hacemos más que transmitir experiencias y desde ellas invitar a los alumnos a pensar. Uno puede enseñar lo que simplemente ha estudiado o conoce pero seguro que enseñará mejor lo que ha vivido”.

EL ARTE DEL ENTRENADOR AYUDANTE

Los veteranos le invitaron a focalizar su atención en el baloncesto en la tarea de entrenador y combinaba ser Primero en formación con Ayudante de un experto y muchas temporadas además delegado de un tercer equipo y todo ello con la carrera de Ingeniero Agrónomo. Empezó a impregnarse de la esencia del baloncesto y la vida  llevó a ser entrenador ayudante en ACB al lado de Luis Casimiro, Pepu Hernández, Ettore Messina, Lele Molin y desde hace unas temporadas Pablo Laso. Entrenadores, todo ellos de diferentes perfiles. “De la misma manera  que se ha de saber tratar a cada jugador en función de su manera de ser, el Entrenador Ayudante ha de tener capacidad para adaptarse a las características del Primero con el que está en ese momento. Hay entrenadores que quieren conocer siempre tu opinión, hay otros con lo que tienes que esperar que te la pidan y otros que directamente no la quieren oír. Como Ayudante tienes que saber en qué puedes serle de mayor utilidad, en que parte de su trabajo puede necesitarte más”. Y como en todo lo relativo al baloncesto Jota Cuspinera intenta desarrollar esa función profesional en su vida con el análisis necesario buscando siempre esa vuelta de tuerca más que harán mejor su trabajo.  “Una parte muy difícil es el filtro que haces en la comunicación con el Primero de la información que recibes de los jugadores en temas delicados. Esa complicidad que a veces tiene el jugador con el Entrenador Ayudante te lleva a una línea muy fina porque el Entrenador debe saber lo que sucede y por otra parte el jugador no debe sentirse traicionado”.

EL ESTILO DEL REAL MADRID

Todos los buenos amantes al baloncesto, independientemente de los colores por los que se decanten, valoran de manera excepcional el extraordinario nivel de juego que ofrece el Real Madrid especialmente esta temporada, batiendo records no sólo de victorias sino además haciéndolo desde la estética de juego. Es el protagonismo de los “artistas”, de los jugadores, lo que hace vibrar al aficionado. “El juego del Real Madrid me recuerda a veces a la mejor versión de la Selección Española, a ese estilo que nos lleva deleitando durante los últimos años, por su velocidad, por su frescura, por el talento de los jugadores. Nosotros no podemos juntar a Pau Gasol, Rudy y Navarro por ejemplo pero tenemos otros jugadores con esa genialidad que los convierte en diferenciales”. Entramos ahí en una reflexión sobre la potenciación del talento por encima de los corsés tácticos y cuando buscamos referentes encontramos a Sergio Rodríguez como uno de los ejemplos. “El Chacho ha sido un genio desde siempre pero desde finales de Playoff de hace dos temporadas, en los que empezó a tirar con gran acierto desde fuera ya no se ha bajado de un nivel de juego altísimo. Está con confianza y los genios, crecidos, son imparables”.

Habla con esa mezcla de entusiasmo y a la vez prudencia que corresponde a los técnicos cuando el viento sopla a favor. Es consciente de la admiración que provoca el juego del Real Madrid pero a la vez intenta que los elogios exagerados provengan de fuera y no desde sus propias valoraciones. Es un profesional siempre, sabe cual es su papel. “El estilo de todos los equipos nace de las características de los jugadores y la voluntad del entrenador. En el Real Madrid se juntan las dos circunstancias  porque los jugadores son rápidos y Pablo Laso les deja correr. A partir ahí de lo que se trata es que el error no condicione el estilo y Pablo lo que hace es una valoración porcentual sobre lo que nos da ese juego descarado y lo que nos resta. Como la valoración es positiva, todo se refuerza”.

EXPERIENCIA COMO SELECCIONADOR

Pero en la vida de Jota Cuspinera y al margen de sus experiencias en Estudiantes, como Entrenador Ayudante en el Real Madrid o como es conocido por cientos de entrenadores por su labor como profesor tanto en Federación Española en el Curso Superior y en la Federación Madrileña, hay diferentes experiencias como seleccionador nacional en selecciones de formación. Desde 2007 conoce peritamente el funcionamiento de esa Área Deportiva de la FEB y esa coordinación de trabajo entre diferentes técnicos. “El Método FEB es trabajar en equipo. Eso es lo que me enseñó desde el primer día Ángel Palmi y la mayor enseñanza deportiva que he tenido en mi vida. Por eso me molesta cuando desde sectores críticos a la Federación Española se utiliza el término Método FEB de manera despectiva. No, los que lo hemos vivido desde años, los que hemos estado reunidos, por poner dos ejemplos en Iscar o Alcobendas hasta altas horas de la madrugada debatiendo sobre cómo ayudar a los jugadores, sabemos qué significa realmente esa manera de trabajar en grupo”.

Su visión desde tantos y diferentes escenarios de nuestro baloncesto y la perspectiva de un tiempo en el que no eran tan habituales los éxitos de las selecciones le permiten una clara valoración.  “Cuando en 2007 ganamos el oro con la selección cadete de Ricky Rubio y coincidió con el oro en el Mundial pensé: disfrutemos de este momento porque puede que no se repita. Desde entonces hasta ahora las medallas no han dejado de caer continuamente, en seniors en formación, en los chicos, en las chicas y, cuando la excelencia se repite con tanta asiduidad, deja de ser casual. El éxito viene por el trabajo de los clubes en la formación de jugadores y por el Método FEB, porque nunca estamos satisfechos con lo que se ha conseguido anteriormente”. Su último éxito como seleccionador al frente de la U18 con ese famoso triple final que significó una medalla de bronce y que provocó en él una reacción con consecuencias muy dolorosas para su tobillo. Recuerda ese último verano como mágico. “Volví a disfrutar muchísimo con una selección española. Me encontré con un grupo más introvertido del que yo estaba acostumbrado por lo que al éxito de la medalla se unió también el de que la relación entre grupo fuera, tras unas dificultades iniciales, positiva. De los campeonatos siempre te llevas la satisfacción por los resultados por más todavía por las relaciones humanas por lo que conservo en mi casa con tanto cariño la medalla como el regalo que hicieron los jugadores”.