Siempre se puede ser Entrenador. Editorial Revista 108

Sostengo que nuestra actividad como entrenador nunca acaba. No conozco médicos que al final de su carrera profesional digan que son ex médicos. Ni ex empresarios, ni ex industriales, ni ex arquitectos… Ser entrenador es una actitud para el deporte e incluso ante otras actividades.

Todos conocemos casos de compañeros entrenadores (ellas y ellos) que te muestran cual es el camino para no dejar de serlo. Siguen entrenando, escriben artículos, comentan partidos, ven todos aquellos que pueden, de sus hijos, nietos, tertulias, clínics, etc.

Hoy quiero contaros un poco de mi reciente experiencia e invitaros a que os acerquéis a otros baloncestos: entrenar un equipo de jugadores de más de 40 años.

Empezando por una petición de un amigo, como ocurre siempre, yendo a verlos jugar … y competir en una liga abierta a todas las edades, comprobando que eran jugadores de baloncesto, sin edad, ver su voluntad de aprender cosas y de ser entrenados, dije “si, os voy a entrenar”. ¡Qué gran decisión!

Desde el primer día mostraron respeto y aprecio por lo que podían recibir, pero quedé impresionado y fui muy claro: “por mucho que os aporte, solo seré una insignificante parte en comparación con lo que vosotros hacéis para el baloncesto” Es tal su entrega, compromiso, colaboración y exigencia que he tenido que contenerme y adaptarles procesos técnicos y tácticos a sus posibilidades, que son muchas, pero deben dosificarse. No por capacidad física, ya que son deportistas con mayúscula (se cuidan mucho), sino por el poco tiempo que pueden dedicar al entrenamiento. Sus profesiones y cargos empresariales son muy importantes y requieren tiempo y responsabilidades. Hay que compensar y nivelar, pero sobre todo gratificar con la diversión que un entrenamiento a la semana se merece. Crecer como equipo, pero pasárselo muy bien entrenando y compitiendo. Y así ha sido. Incluso llamándome para hacer entrenamientos en días festivos, pidiéndome mas. Divertido para ellos y desde luego para mí.

Estoy conociendo una realidad que en las ligas que competimos se manifiesta: auténtica pasión por el baloncesto y plena disposición a ser entrenados. Muchos equipos no llevaban entrenador, pero estoy convencido que todos ellos apreciaban la idea de tenerlo, en especial aquellos que al hecho de jugar un partido ente semana le añaden otro día de entrenamiento.

Mas adelante explicaré que hacemos en los entrenamientos, con que directrices e ideas jugamos, como se prepara todo, anécdotas, escenas, etc. Ahora solo quiero compartir con vosotros que siempre se puede ser entrenador y sobre todo que , tal y como sabemos, los jugadores te hacen mejor entrenador. A mi me han hecho mucho mejor. Gracias chicos de mi equipo. Mis jugadores.

A vosotros, entrenadores, os pido que busquéis en estos baloncestos donde seréis capaces de encontrar gente que os está esperando. Dad este paso adelante y saldréis muy recompensados. Conoced el Maxibasket y añadiros como coaches. Incluso existe una organización internacional que los agrupa: FIMBA, la cual organiza campeonatos continentales y mundiales desde hace mas de treinta años. Pero esto lo contaré en otro capítulo.

Por Juan María Gavaldá