Piti Hurtado: “En México se respeta la figura del entrenador”

Atareado en las labores como padre, de vuelta a su Cáceres de siempre, Piti Hurtado está inmerso en una temporada extraña.Alejado de los banquillos nacionales y sin ser entrenador jefe, en el sentido puro de la palabra, de ningún equipo, al preparador extremeño no le ha faltado el trabajo. Eso sí, y esto empieza a no ser novedad en el gremio, ha tenido que buscarse los ingresos al otro lado del Atlántico. Para Piti no es la primera vez que le toca hacer las maletas. Quizá no sea la última.

“Ya estuve hace años en la Universidad de Salt Lake City, aprendiendo de Ricky Majerus. Y en Irlanda, dando charlas y un curso de entrenador completo”. Su reciente etapa ha sido en México, en un proyecto muy curioso, que el mismo nos explica.

“Recibí una oferta del Estado de Baja California para ser formar entrenadores en esa región”. Rápidamente, nos asalta la pregunta de si no hay gente preparada allí para llevar a cabo esa función.

“Ellos tienen un problema federativo, todo está muy condicionado por las medallas, el ansia de conseguirlas en las competiciones estatales, lo que perjudica enormemente el desarrollo de un entrenador. Estuve trabajando en formar entrenadores, porque allí no hay técnicos con la fuerza y el amor por el baloncesto como los que existen en España. Además, está claro que ayuda el hecho del idioma”.

Junto con su labor de formador, Piti Hurtado trabajó en ese periodo de tiempo, que fue de diciembre de 2010 al pasado mes de febrero; para los Soles de Mexicali, donde enfocó sus conocimientos en el baloncesto base. “Pretendí dejar las bases para dinamizar la cantera. Les aconsejé que siguieran el modelo español”.

Con vistas al futuro

Aunque asegura que no le fue nada mal allí, en tierras aztecas, Hurtado sólo volvería a México “para entrenar”. No obstante, emigrar siempre tiene sus peros. “No es fácil hacerlo, a mí me pilló con la Navidad en medio. Si dejas familia en casa, se hace duro” Pero siempre está el trabajo, el estar focalizado en llevarlo a cabo de la mejor forma posible, para traer satisfacciones y reconocimiento y hacer, a su vez, las cosas más fáciles. Piti así lo experimentó. “Debes tener una situación económica muy fuerte para rechazar ofertas de este tipo. Junto con ello, hay que moverse. La actitud correcta si no tienes equipo es no quedarse en casa”.

Él, como muchos otros entrenadores, alude al hecho de no salirse de la rueda. A estar activos. Por esa razón, no deja de ver baloncesto, de estudiarlo, consciente de que a estas alturas de temporada va a ser imposible dirigir en España. Pero está tranquilo. La experiencia de México, en cuyo baloncesto “no dejan de pasar cosas que ocurren en España, como que hay algunos clubes muy ricos, otros muy pobres”, le ha valido para seguir ampliando miras. “Allí se respeta la figura del entrenador”. Y no daría respuesta negativa a posibles propuestas que no fuesen para hacerse cargo de un equipo como entrenador jefe. “Si fuese un proyecto fuerte lo valoraría y analizaría”. Análisis y preparación encaminados a esa temporada que viene que va quedando algo más cerca.

Mientras llega el momento, Piti se dedica a la vida familiar y a ver “todo el baloncesto que esté en mi mano”.